El tiempo de cuaresma coincide con la poda en el campo.
Con la poda se consigue mayor vigor y
equilibrio en la planta. Si no lo hacemos, las cepas darían menos fruto y se
acabarían secando.
Dios sabe todo
el fruto que podemos llegar a dar y debemos dejarnos podar cortando lo que sobra para
renovarnos.
La Cuaresma es una ocasión para convertirnos en planta que
de fruto y belleza. Cada cepa es diferente. Tenemos que mirarnos, revisarnos y
hacer un plan de poda.
Veremos qué talentos podemos dejar a la vista, qué yemas
debemos dejar para que fructifiquen. Y qué sarmientos hay que cortar.
Manual de poda
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Quitamos las ramas secas, ramas que ya han
dado su fruto y no lo vuelven a dar. Etapas que hay que dejar atrás.
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Quitamos las ramas que consumen mucha savia
pero no dan fruto. Cosas a las que dedicamos tiempo y esfuerzo de más.
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Quitamos las ramas que no dejan pasar la
luz que favorece el desarrollo del fruto. Buscamos ocasiones de acercarnos a la luz de Dios.
“La gloria de mi Padre
está en que deis mucho fruto,
y seáis mis
discípulos. (Jn 15, 8)
18 comentarios:
Me ha parecido preciosa, muy ajustada a ésta época de Cuaresma y muy útil la entrada de hoy.
Debiéramos sacar un ratito cada día para meditar y hacer una buena tala de todo lo que nos sobra, que no es poco.
Muchas gracias.
Un beso
¡Como me ha gustado esta interpretación!Gracias. Un beso
Como me alegro de disponer hoy de tiempo para poder visitar los blogs amigos y poder leer esta entrada tuya.
Me ha encantado, eso sin contar lo que me ayuda a reflexionar en un ambiente natural como es el que nos comparas hoy y que tanto me gusta.
un abrazo.
Con que comparación tan hermosa has
comparado la poda, me ha encantado.
Fran te felicito.
Un abrazo grande. Dios te bendiga.
Una buena relación de la que nos hace pensar y ser objetivos para quitar lo que estorba.
Un abrazo
Así es, sino hay poda tampoco habrá fruto, y de eso se trata, de que el Padre reciba gloria.
Un saludo en Cristo
Podar y renacer, la tierra y el sol harán que reverberen de nuevo la simiente de la vida.
Un bello texto y un bello blog.
Gracias por caminar por mi sendero, abrazos.
Me encantó la sencillez de la poda concerniente a la vida en el buen camino de fruto; claro que en el bolígrafo de una enóloga... es terreno labrado.
Un abraciño,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
Fran,un excelente post,amiga...
El símbolo de la "poda"lo encuentro entrañable y cercano...me recuerda las viñas,que ahora ha podado mi hermano...Es cierto,que hay que podar todo lo que nos estorba para acercarnos a Dios y a los demás...Hay que podar miedos,dudas,orgullos y recuerdos tristes...
Gracias por tu presencia,amiga.
Mi felicitación y mi abrazo siempre.
Feliz semana Fran...
M.Jesús
PD:Disculpa si a veces tardo,los fines de semana voy al pueblo a cuidar a mi padre.
M.Jesús
Gracias, porque lo ves, y como en las parábolas resulta más fácil hacerlo propio en el cada día, darme más cuenta de que ahora debo podar, ¡a ver si por fin salen los frutos!. Un saludo
Me ha gustado mucho tu entrada. Mi marido se dedica a ello en estos días así que después de leer esto miraré dicha poda con otros ojos.Besotes
Creo que no estaría mal que todos hiciéramos una poda porque seguro que seríamos mas felices si dedicáramos mas tiempo a lo que realmente es importante.
Un saludo
Hola Fran: me ha gustado tu entrada.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.
Me gusta esa metáfora, gracias por compartirla.
Un saludo
PD: muchas gracias por el enlace que me has puesto en tu blog, todo un detalle, me alegro de que te guste.
Muchas gracias Fran por tu visita.Me quedo a curiosear.BS
Fran,gracias por tu comentario.Esta tarde me acordé de ti,pensaba venir a verte,porque a veces se me pasan los posts...Ahora estoy en el pueblo con mi padre...Y leo de nuevo esa "poda"tan necesaria en estos días de Cuaresma...
Te dejo mi felicitación y mi abrazo grande,compañera y amiga.
Feliz domingo.
M.Jesús
Dejemos que Dios haga su obra en nosotras, aunque a veces duela, y mucho. ¡Gracias Fran, feliz Domingo!
Un abrazo grande.Bendiciones!!!
Así es Fran, es tiempo de quitar las malas hierbas y sanearnos para esperar esa "luz apacible" de la Resurrección. Me ha parecido precioso lo que has escrito. Un fuerte abrazo y feliz Domingo.
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