De ¿arte?

Hace muchos años me encontraba en la Fundación Juan March mirando perpleja un cuadro cuando la señora que lo miraba a mi lado me preguntó qué quería decir aquel lienzo todo negro. Seguramente llevada por mi apariencia bohemia de entonces (venía de una academia de pintura con unos rollos bajo el brazo) pensó que yo le pudiera dar alguna clave. Pero tuve que decepcionarla porque yo me preguntaba lo mismo y ese cuadro me hacía sentirme una total ignorante.


En otra ocasión, estando en el Museo Reina Sofía, vi como algunas personan pasaban andando por encima de una plancha de metal oxidado que había en el suelo sin reparar en que llevaba a un lado su cartelito que era lo que les hubiera hecho pensar que aquello era una obra de arte. De hecho, leí en el periódico que cuando se inauguró este museo se habían concluido las obras a toda prisa y en un rincón quedaron materiales de los albañiles que la gente se paraba a admirar ¡creyendo que eran parte de la exposición!








Esto no es de extrañar porque lo ponen realmente difícil. Ya casi todo el mundo se pregunta qué es una obra de arte.

Ha sido muy comentado cuando en el último Arco consiguieron colgar dibujos de una guardería: dieron unas cartulinas a unos niños para que pintarrajearan en ellas, luego las colgaron en Arco y preguntaban a la gente qué les parecía. Todos hicieron comentarios sesudos y hasta se vendieron y todo...

Y es que yo creo que confiamos en esos altos cargos de ferias y exposiciones que deciden qué obra tiene valor, pero en realidad si les pusiéramos a prueba ante un revoltijo de obras verdaderas y falsas no sabrían distinguir. Se deciden por obras que van a vender a un alto precio porque saben que la gente las compra ya que su baremo es tanto cuesta tanto vale.

O simplemente quieren provocar y se lo pueden permitir. Pienso que necesitan crear espectaculo.

Conste que yo creo que hay muy buenas obras Arco y algunas me gustan mucho. Pero al lado de estas hay otras que son tomadura de pelo.

Con el transcurso del tiempo que me hace ganar confianza en mí misma me atrevo a decir que el rey va desnudo. Me niego a admitir que ese cuadro que vi, todo negro, sea una obra de arte. Para colmo que después he visto más cuadros así pero con otro color. ¡Si el único mérito que puede tener es la originalidad de colocarlo el primero! Los siguientes serán burdas copias.

Este concepto de la simplicidad máxima no me justifica una obra “de arte”. Es una pretensión que se queda en obra. Si llevamos esto a la escritura sería como abrir un libro y encontrar solo una palabra que con eso ya dice. O en el caso de la música, ir a un concierto y que el pianista solo toque una nota ¡pues vaya!

En la creación artística se dan unos “ingredientes” que dan lugar a la obra de arte:
- cada elemento, cada color, sonido… considerado en su pureza.
- los anteriores se unen y se confrontan enriqueciendo un conjunto con sus matices y contrastes.
- el representativo. Se reproduce una idea o realidad.
- el estructural o formal, orden que vertebra la obra.
- el emotivo con la sensación que nos provoca.
- el ambiental por la visión peculiar que confiere y trasciende.
- mérito.

Una obra de arte lograda integra todo esto.
Un solo color sabemos que provoca una sensación, incluso un estado de ánimo. Las paredes se pintan considerando esto. Pero un trozo de pared no es arte, será diseño. Aunque se necesita creatividad para el diseño. Pero no toda creatividad es arte.

Persiguiendo fines prácticos también se puede conseguir la categoría de arte. El ejemplo inigualable lo tenemos en la arquitectura. Agradecemos mucho que además de cumplir su función tenga el mérito y el valor añadido de la belleza artística.

¿No será el origen de la controversia una cuestión semántica?Seguimos utilizando los mismos nombres para todo lo que surge en el panorama plástico. Si es una cuestión de estética o diseño, si es un divagar o divertimento conceptual pues que busquen nuevas definiciones pero no lo llamen arte. Tenemos que otorgar todos el mismo sentido a la palabra arte.

¿Qué merito tiene exponer cuerpos humanos muertos y que fueron abiertos para su estudio? Muchas veces se busca más el efectismo y el prestigio fácil que el perfeccionamiento.

Es verdad que el arte, como todos nosotros, lleva un camino
siempre por andar, siempre habrá renovación. Todos nos sentimos incompletos a la espera de lo que anhelamos. Y también en el arte buscamos el bien. pPodemos encontrar obras que nos parezcan feas, pero la fealdad no es enemiga del arte. En el sufrimiento y la fealdad podemos encontrar también el bien. Los enemigos del arte son la vulgaridad y la falta de mérito.

El arte es recreación para el que lo contempla y estimula nuestro pensamiento. Pero en la vulgaridad solo encontramos morbo. ¿Qué vamos buscando? Quizá el error está también en el espectador cerrándose así el círculo de la manipulación.



Imagen:Sinfonía en fondo azul
óleo sobre lienzo
Miguel F.
a los seis años.



9 comentarios:

maria jesus dijo...

Me ha pasado varias veces, no lo comprendo.Creo en el arte como belleza, algo que su vista o su escucha me produce placer, o por lo menos me dice algo.
En el Reina Sofia hay varios monocolores o bicolores, una vez pregunté donde estaba el mérito y no supieron contestarme.
Un saludo

Fran dijo...

Pues ya somos dos .
A mi eso del monocolor plano que me lo expliquen. De verdad que estaría encantada y agradecida si me decís algo razonable.

También en ingeniería se han apuntado al arte. Por lo menos esto tiene más mérito y desde luego mucho ingenio:

http://www.youtube.com/watch?v=lEMx0-4Z1jo

AleMamá dijo...

De arte sé poco; o me gustan las cosas o no me gustas; primer colador. El segundo, es cuando alguien que respeto por sus conocimientos del tema me explica las técnicas, los diferentes enfoques y miradas, segundas lecturas, etc. Estoy abierta, ¡pero de ahí a tener que "ver" un cuador con un audio al lado!....por favor, ¡sáquenme de ahí!

Fran dijo...

El segundo colador es lo mejor. A mí también me resulta fastidioso el audio.

Stepario dijo...

Cuando cualquier cosa es arte, creo que se está manifestando que a este campo también ha llegado el relativismo que impide tener una referencia objetiva de verdad, bondad o belleza. Por eso, quien critica desde estos parámetros es descalificado por los expertos modernuquis que, como nuevos gnósticos, pretenden tener un conocimiento especial que los catetos sólo podemos acatar.

Fran dijo...

Por lo menos ya me he desahogado.

marmota dijo...

Yo tengo un gran lío entte el arte artístico y el artístico arte.Para uno hace falta conocimiento y para el otro sensibilidad e intuición. De todos modos modos cuando un trabajo te transmite sensaciones o te hace prestarle más atención adviertes que tiene valor.
Muchas gracias por visitarme, un abrazo...

Isabel dijo...

Realmente es una experiencia que muchos tenemos.
En una exposición que hace un tiempo ví al aire libre, una amiga con la que iba admiraba un cuadro, yo le comenté que el de al lado igualmente era precioso, me miró no entendiendo pues no había cuadro, yo le dije que me refería al desconchón de la pared, supongo que me tomó por una atrevida ignorante, pero cualquier detalle de las paredes podía haber sido enmarcado y confundido con los cuadros, y resultar haste decorativos, pero ¿por qué se cotizan?
El cuadro de Miguel de 6 años, si lo firma un reputado autor sería enormemente valioso, eso ¿a que nos lleva en la consideración de que es bueno y que gracioso?

Fran dijo...

Gracias a ti Marmota, paso por tu blog porque es fascinante.
Es lo que me pasa, que cuando el mensaje es tan simple que lo que transmite es el no mensaje…
Gracias también a Isabel, tendremos que hacer algún master.