EL HERMANO ROGER

Antes de contaros más adelante como fue la visita que hace muchos años hice a la Comunidad de Taizé, quiero dedicar esta entrada a su fundador, el hermano Roger.
El teólogo suizo Roger Schutz fundó la comunidad monástica cristiana ecuménica de Taizé en 1940.


« Pienso que desde mi juventud nunca me ha abandonado la intuición que una vida de comunidad pudiese ser el signo que Dios es amor y solamente amor.
Poco a poco surgió en mí la convicción que era esencial crear una comunidad con hombres decididos a dar toda su vida y que buscasen comprenderse y reconciliarse siempre: una comunidad donde la bondad del corazón y la simplicidad estuviesen al centro de todo. » R. Schutz.







"El hermano Roger (Provence, 1915) levantó en esta aldea de Francia una comunidad abierta a miembros de todas las iglesias cristianas. Hijo de un pastor protestante suizo, Roger nunca hizo distingos entre jóvenes de distintas religiones. Luteranos, calvinistas, evangélicos, ortodoxos o católicos acudían a él atraídos por su fortísima personalidad con la conciencia de que siempre es mucho más lo que une a los hombres que lo que los separa.

Seis décadas después de su creación, Taizé acoge cada año a miles de personas de todos los credos en busca de una experiencia mística y de una espiritualidad sin fronteras. Por allí han pasado obispos luteranos suecos, patriarcas ortodoxos y hasta tres arzobispos de Canterbury.


En 1986 lo hizo Juan Pablo II, amigo de Roger desde los años 60, quien proclamó con gran plasticidad: «Se pasa por Taizé como junto a una fuente. El viajero se detiene, se refresca y continúa su camino».


Cuando le preguntaban sobre los orígenes de Taizé, Roger siempre recordaba a su abuela, una mujer protestante que en los peores días de la I Guerra Mundial iba cada tarde a rezar a una iglesia católica como símbolo de unidad en una Europa dividida por la guerra.


La imagen se quedó en la retina de aquel niño que unos años más tarde, recién ordenado pastor, hizo un viaje en bici por la Francia de 1940 pensando en cómo ayudar a las víctimas de la guerra. Una noche llegó a una aldea de la Borgoña situada junto a la línea que dividía la Francia de Vichy de la ocupada por Hitler. La aldea se llamaba Taizé.


En aquel pueblecito de frontera —metáfora de las heridas de Europa y al mismo tiempo de cómo restañarlas—, Roger se instaló con su hermana en una casa abandonada hasta la que la guerra fue vomitando judíos, refugiados políticos y desertores nazis. A todos les daba un plato de sopa y les acogía sin tener en cuenta su credo ni su nacionalidad en aquella casa ruinosa y sin agua corriente. Roger solía irse a rezar al bosque para que los refugiados judíos o agnósticos no se sintieran incómodos u obligados a acompañarle.

Lo que había empezado como una casa de acogida pronto se fue convirtiendo en algo muy diferente con la llegada de personas que hallaron su vocación en aquella forma de vida. Terminada la guerra, los nueve primeros hermanos de Taizé pronunciaban sus votos en la pequeña iglesia románica del pueblo. Acababa de nacer una especie de orden monástica tan sugerente como atípica. La única fundada jamás por un protestante y la única formada por fieles de distintas iglesias.


Taizé no posee oficinas ni bienes materiales. No acepta de nadie regalos ni herencias. Cada hermano dona al morir sus pertenencias a los más pobres, nunca a Taizé. La comunidad vive de las labores agrícolas y de los trabajos de artesanía que hacen los monjes en talleres de barro, pintura, cristal o esmalte.
Los hermanos - procedentes de 25 naciones— destruyen minuciosamente al final de cada año todos sus documentos. En palabras del propio Roger, «para no caer en la tentación de celebrar un día nuestra propia Historia».
La obra de Taizé ha cambiado el espíritu de este pueblecito pero no su faz. Los peregrinos son alojados en sencillos barracones de madera situados al pie de una frondosa colina. La iglesia carece de bancos u ornamentos y la gente se sienta a rezar tres veces al día sobre un acogedor suelo enmoquetado.


comedor













Para la Historia quedará la última imagen pública de aquel anciano encorvado e impedido que se empeñó el pasado mes de abril en asistir a los funerales por el papa Juan Pablo II, que había visitado Taizé y había expresado su admiración por la labor de Taizé. En aquella ocasión, el hermano Roger —que nunca renegó de su protestantismo— recibió la comunión de manos del todavía cardenal Ratzinger. Muchos dijeron entonces con simpleza que había acabado convirtiéndose al catolicismo sin entender la sencilla grandeza de su gesto: que un pastor protestante rindiera homenaje a un Papa al que no debía obediencia comulgando en la mismísima plaza de San Pedro." (Eduardo Suarez)





El hermano Roger fue reflejo de la universalidad del Amor de Dios y levantó la comunidad de oración donde miles de jóvenes rezan desde 1940 por la paz del mundo y la unidad de los cristianos. La desgarradora noticia de su demencial y absurdo asesinato a los 90 años ensombreció el ánimo de todos el 16 de agosto de 2005.









18 comentarios:

Norma dijo...

Fran, gracias por esta entrada, muy emotiva. Cariños.

Andy dijo...

Hay algunos católicos que miran con recelo al hermano Roger y a Taizé.

Yo nunca he estado, pero me parece que es todo un signo de los tiempos. Es viva muestra de la universalidad del amor de Dios, del deseo que "todos sean uno".

Muchas gracias por esta entrada, es genial.

Me ha encantado la frase del Hermano Roger, me la guardo.

MAJECARMU dijo...

Fran,nos dejas un post interesantísimo sobre el hermano Roger.No lo conocía,ahora estaré al tanto de su obra,amiga.
El amor es universal,cuando se siente de verdad está por encima de las religiones,por eso se acercó a comulgar con el catolicismo,porque se sentía hermano de todos y ciudadano del mundo.
Mi gratitud y mi abrazo grande,amiga.FELIZ FIN DE SEMANA.
M.Jesús

Angelo dijo...

Ya sabes que me encanta Taizé y es otro de los lugares donde me gustaría ir. Quien sabe, ya que me he animado a hacer el camino....
¡Que gran hombre el Hermano Roger! Nos ha dejado unos textos preciosos y un ejemplo de vida.
Gracias. Un fuerte abrazo

Marian dijo...

¡Gracias Fran! Desconocía muchas cosas de su vida. Me encanta su música. No estaría mal como dice Ángelo visitar Taizé.
Un beso. ¡ Feliz Adviento junto
a nuestra Madre!.

Capuchino de Silos dijo...

Fran, muy bonita tu entrada y todo un ejemplo de vida.
Me gustaría conocer Taizé de cerquita para mejor opinar.

Un beso y feliz día de Adviento

Belkis dijo...

Fenomenal ejemplo de confraternidad y amor sin tomar en cuenta las diferencias de credos. Gracias por permitirme conocer al hermano Roger y nutrirme de su sabiduría. Un saludo Fran

Mento dijo...

Me ha encantado Fran. Taizé es un lugar sin duda para visitar. Y el hermano Roger alguien de quien aprender muchas cosas. Gracias por traerle hoy a mi presente.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estimad@ amig@, como cada año y ya son dos mil doce los que hace que nuestro Señor Jesucristo llego al mundo para asumir y cargar con nuestros pecados, El que quiso ser hombre y nacer tal, pero el hombre apenas lo acepto, y aun mas, lo crucifiquemos, lo lamento de todo corazón. Hoy me dirijo a ti con la sana intención de desearte desde mi punto de vista cristiano una feliz Navidad llena de Paz, Amor y Felicidad, que Dios Niño te colme de vienes, esos vienes que sean de salud y amor, amor hacia uno mismo y los demás, que la pobreza y la enfermedad se vallan erradicando y poco a poco desaparezcan, que no hallan tantos niños muriendo de enfermedades, hambre y miseria que tengamos un poco de nuestro corazón puesto en ellos, que nuestros mayores sean atendidos, puesto que mañana nosotros seremos los nuevos mayores, en fin, se quedan tantas cosas en el tintero, que solo me queda dejarte un pequeño poema y desearte una muy feliz Navidad.

Blanca luna

Pronto llega la luz del alba
Anunciando lo nuevo acontecido
Sendero nevado, bien venido
Sueño que alumbra lo prometido.

Al alba soñaba la blanca luna
Viendo temblar al pobre José,
Que sintió un escalofrío
Al hacerse la Virgen río.

Llorando quedó la noche
Entre pastores y suspiros,
Que deja en un pesebre metido
Al niño Dios recién nacido.

Cayendo quedó la nieve
Sobre el alba de Belén,
Que sintió sobre sí, el bien
Del amor divino florecido.

Unknown dijo...

No te puedes ni imaginar cómo me ha gustado este post.Había oído hablar de Taizé pero desconocía la inmensidad de la obra del hermano Roger.Es verdad que en las personas hay cantidad de cosas que deberían unirnos en vez de separarnos, las religiones tienen que ser puentes que nos unan y no barrearas que nos alejen.Me gustaría poder ir allí y vivir esa experiencia mística religiosa, tiene que ser genial el compartir la fe con personas tan distintas.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Buenos días Fran.
De buena mañana leo este post con detenimiento.
Mi admiración hacía esta muy humilde y gran persona, que manifestáo la presencia de Cristo en la Tierra, entrgándose a los más necesitados.
Da igual que fuera protestante o católico, fue una gran persona al servicio de Dios.
Que tengas un buen día.
Besos, Mointserrat

Marian dijo...

¡Gracias Fran! Que nuestro gozo sea
el Señor. El es nuestra única y
verdadera alegría.
Un beso.
¡Feliz Domingo!

Unknown dijo...

No lo conocía ni sabía de la labor tan grande y de su ayuda al mundo.. a través de su pastoral..

cuanta gente la hace en el anonimato.. verdad..??

me gustó ...

Un beso... sintiendo eso de que todos somos uno.. para hacer el bien y sentir el amor

Unknown dijo...

Hola mi niña...

eso que viste en el blog son castaños, los castaños de las sierras de Gredos, y son una maravilla el bosque mágico en el que habito y al que te invito a venir con tu familia, si en alguna ocasión te apetece con los tuyos y los mios..

Un beso querida amiga

Recomenzar dijo...

me ha maravillado como escribes

Anónimo dijo...

Buenas tardes Fran. Hoy a las 20:00 se reune un grupo de Taizé a orar en los redentoristas de Pamplona.Las obras buenas continúan vivas por obra del E.S.Un abrazo.

Capuchino de Silos dijo...

Desearte una muy feliz y santa semana de Adviento.

Un besazo

Rosario dijo...

Bonita entrada dedicada al hermano Roger,gracias por compartirla.
Te deseo que Dios hecho niño te colme con su gracia FELIZ NAVIDAD.
Un abrazo.