"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí,
se le cumplieron los días del alumbramiento,
y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió
en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no tenían sitio en el alojamiento.“
San Lucas 2:6-7

El camino del cristiano será imitar a Jesús
viendo todo lo que podemos hacer
para que los desalentados y oprimidos
reciban una nueva esperanza.
comenzando por nosotros mismos
La esperanza y la alegría de un Dios que no se cansa de decirnos:
¡ Sean fuertes, no teman !
“ Yo mismo vengo a salvarlos”.
Lejos de ceder a la tristeza
y al pesimismo, alegrémonos siempre en el Señor, porque Jesús viene
a buscar y a salvar
lo que estaba perdido.
A veces pareciera que,
tanto escuchar y repetir que
Jesús es Dios hecho hombre,
nos hemos acostumbrado
a las palabras
y no le tomamos el peso
de lo que ellas significan.
Vivamos la auténtica
alegría de la Navidad