FELIZ NAVIDAD




¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
Que los días de Navidad
sean de profunda alegría
para todos vosotros


Acógenos
entre tus brazos María
Para que esta Navidad
tenga sentido para todos

Y se llene de ilusión ,
esperanza
y Amor entre hermanos.




MAKBUT, ¿CREES EN EL DESTINO?

No puedo dejar de haceros esta recomendación de cine para Navidad.
El sábado mi marido insistió en ir a ver Maktub, yo tenía sueño y no me apetecía mucho salir pero le vi realmente interesado y fuimos.

¡QUÉ MARAVILLA DE PELÍCULA!!!!!!!!

Fue empezar la película y sentirme perfectamente. Se te quitan todos los males. Es encantadora, divertida, profunda. Perfecta para ir TODOS a verla esta Navidad.

En ella podéis escuchar frases como:


"No es más grande quien más ocupa,


sino quien más vacio deja cuando se va"



"La magia de tu sonrisa sigue estando con nosotros para siempre".



"Dios existe
".



La película, de la Warner, está realizada por la Fundación Aladina que ha creado un nuevo centro de trasplantes en el Hospital de niños “Niño Jesús” de Madrid.

Este hospital sale en la película y enseguida reconocí su bonita entrada con un paseo porque yo he llevado allí a mis hijos.

La dirección y el guión son de Paco Arango ¡Vaya éxito para su primer largometraje! Maktub está inspirada en su propia experiencia en la Fundación Aladina de la que es fundador.

“Quería plasmar en esta película lo que he aprendido de estos pequeños campeones. Ellos saben más del amor y del perdón que cualquier persona que haya conocido. Y algo que me llama poderosamente la atención es que no paran de sonreír. Por ello mi historia es un alegre cuento de Navidad.” P. Arana

Makbut en árabe quiere decir: Estaba escrito. Y es el título de la película porque en ella se habla de cómo un encuentro puede cambiar tu destino.




Los actores españoles son buenísimos. Entre ellos Amparo Baró y Aitana Sánchez Gijón. Al niño protagonista, Andoni Hernández, no le conocía porque es su estreno en la gran pantalla después de ser seleccionado tras varios castings realizados en las Islas Canarias. Desde ahora ya soy su fan. ¡Vaya actorazo! Sabe ser simpático de una manera muy natural. Y atentos, el personaje que interpreta existió en la vida real.
El otro protagonista es Diego Peretti, muy buen actor argentino y muy divertido que ya conoceréis por sus papeles en “Tiempo de valientes”, “No sos vos, soy yo”...

¿Creéis en el destino?


© 2011 WARNER BROS PICTURES INTL. ESPAÑA.


¡TENÉIS QUE VERLA!







EL HERMANO ROGER

Antes de contaros más adelante como fue la visita que hace muchos años hice a la Comunidad de Taizé, quiero dedicar esta entrada a su fundador, el hermano Roger.
El teólogo suizo Roger Schutz fundó la comunidad monástica cristiana ecuménica de Taizé en 1940.


« Pienso que desde mi juventud nunca me ha abandonado la intuición que una vida de comunidad pudiese ser el signo que Dios es amor y solamente amor.
Poco a poco surgió en mí la convicción que era esencial crear una comunidad con hombres decididos a dar toda su vida y que buscasen comprenderse y reconciliarse siempre: una comunidad donde la bondad del corazón y la simplicidad estuviesen al centro de todo. » R. Schutz.







"El hermano Roger (Provence, 1915) levantó en esta aldea de Francia una comunidad abierta a miembros de todas las iglesias cristianas. Hijo de un pastor protestante suizo, Roger nunca hizo distingos entre jóvenes de distintas religiones. Luteranos, calvinistas, evangélicos, ortodoxos o católicos acudían a él atraídos por su fortísima personalidad con la conciencia de que siempre es mucho más lo que une a los hombres que lo que los separa.

Seis décadas después de su creación, Taizé acoge cada año a miles de personas de todos los credos en busca de una experiencia mística y de una espiritualidad sin fronteras. Por allí han pasado obispos luteranos suecos, patriarcas ortodoxos y hasta tres arzobispos de Canterbury.


En 1986 lo hizo Juan Pablo II, amigo de Roger desde los años 60, quien proclamó con gran plasticidad: «Se pasa por Taizé como junto a una fuente. El viajero se detiene, se refresca y continúa su camino».


Cuando le preguntaban sobre los orígenes de Taizé, Roger siempre recordaba a su abuela, una mujer protestante que en los peores días de la I Guerra Mundial iba cada tarde a rezar a una iglesia católica como símbolo de unidad en una Europa dividida por la guerra.


La imagen se quedó en la retina de aquel niño que unos años más tarde, recién ordenado pastor, hizo un viaje en bici por la Francia de 1940 pensando en cómo ayudar a las víctimas de la guerra. Una noche llegó a una aldea de la Borgoña situada junto a la línea que dividía la Francia de Vichy de la ocupada por Hitler. La aldea se llamaba Taizé.


En aquel pueblecito de frontera —metáfora de las heridas de Europa y al mismo tiempo de cómo restañarlas—, Roger se instaló con su hermana en una casa abandonada hasta la que la guerra fue vomitando judíos, refugiados políticos y desertores nazis. A todos les daba un plato de sopa y les acogía sin tener en cuenta su credo ni su nacionalidad en aquella casa ruinosa y sin agua corriente. Roger solía irse a rezar al bosque para que los refugiados judíos o agnósticos no se sintieran incómodos u obligados a acompañarle.

Lo que había empezado como una casa de acogida pronto se fue convirtiendo en algo muy diferente con la llegada de personas que hallaron su vocación en aquella forma de vida. Terminada la guerra, los nueve primeros hermanos de Taizé pronunciaban sus votos en la pequeña iglesia románica del pueblo. Acababa de nacer una especie de orden monástica tan sugerente como atípica. La única fundada jamás por un protestante y la única formada por fieles de distintas iglesias.


Taizé no posee oficinas ni bienes materiales. No acepta de nadie regalos ni herencias. Cada hermano dona al morir sus pertenencias a los más pobres, nunca a Taizé. La comunidad vive de las labores agrícolas y de los trabajos de artesanía que hacen los monjes en talleres de barro, pintura, cristal o esmalte.
Los hermanos - procedentes de 25 naciones— destruyen minuciosamente al final de cada año todos sus documentos. En palabras del propio Roger, «para no caer en la tentación de celebrar un día nuestra propia Historia».
La obra de Taizé ha cambiado el espíritu de este pueblecito pero no su faz. Los peregrinos son alojados en sencillos barracones de madera situados al pie de una frondosa colina. La iglesia carece de bancos u ornamentos y la gente se sienta a rezar tres veces al día sobre un acogedor suelo enmoquetado.


comedor













Para la Historia quedará la última imagen pública de aquel anciano encorvado e impedido que se empeñó el pasado mes de abril en asistir a los funerales por el papa Juan Pablo II, que había visitado Taizé y había expresado su admiración por la labor de Taizé. En aquella ocasión, el hermano Roger —que nunca renegó de su protestantismo— recibió la comunión de manos del todavía cardenal Ratzinger. Muchos dijeron entonces con simpleza que había acabado convirtiéndose al catolicismo sin entender la sencilla grandeza de su gesto: que un pastor protestante rindiera homenaje a un Papa al que no debía obediencia comulgando en la mismísima plaza de San Pedro." (Eduardo Suarez)





El hermano Roger fue reflejo de la universalidad del Amor de Dios y levantó la comunidad de oración donde miles de jóvenes rezan desde 1940 por la paz del mundo y la unidad de los cristianos. La desgarradora noticia de su demencial y absurdo asesinato a los 90 años ensombreció el ánimo de todos el 16 de agosto de 2005.